la noche que no era diferente a algunas otras anteriores en que tampoco puedo dormir se me hizo un poco de costumbre. Solo me quedo pensando solo y con la que se convirtió en mi mejor amiga y trato de flotar en sus notas, volar en su melodía este es mi trance, ella logra hipnotizarme. Por ratos me gusta jugar de Señor, planeo y escribo mi destino, divago en un futuro que se, no conocer y lo mantengo en mente solo por fe. Pensar en esto, me hace sentir pequeño otra vez porque con certeza se que futuro o destino no es de mi entero control pero me gusta creer que todo saldrá bien. La esperanza me da curiosidad de saber como resultara todo. Algo es seguro, una noche de estas las respuestas llegaran. Cuando de nuevo este en el borde de las horas viéndome, pensándome, desesperándome. Entonces, tranquilo que, con el alma llena espero caer en mi cama con el sueño que se había tardado.