Y yo, que hace un rato de este viernes aburrido, le daba vueltas a mi cabeza, con una idea que me rayaba el cerebro, acerca de mi incapacidad de escribir algo cuando las cosas muy buenas o muy malas me pasan...no se por que. He querido hablar de Katherine desde hace mucho o de Naty...y que? Asi como he buscado la manera de hablar de la muerte de mi mama...pero nada. Supongo que ya habra tiempo para eso. Me consuela el hecho que todo lo que no he escrito, lo he dicho. A mi esposa, a mi hija, se lo dije a mi mama y lo continuo hablando con mis hermanos, amigos y cualquier persona que quiera hablar de lo absurdo de lo cotidiano conmigo. Pues si, pensando eso, aqui en Tibas, buscando distraerme con algo en internet. Pero la vida, mi vida, me sorprendio otra vez, por primera vez me regalan flores, no pudieron llegar en mejor momento. Existen medios que logran hacernos cambiar nuestra perspectiva en un segundo, existen personas que nos hacen bien, existe una mujer que saca lo mejor de mi sin importar si el momento es el correcto o no, ella sabe vencer esas trivialidades. Así que en este momento sin importar el plano a medio proceso en autocad, o la letra inquietante de Henry Rollins mientras llenaba con su cancion el escenario de la oficina, o los comentarios burlescos de mis compañeros (en el fondo desean estar en mi lugar) y sin importar mi cara roja como el globo del arreglo, no puedo evitar tener esta sonrisota en mi boca, este día ya me dejo algo y así todos los días tienen su detalle que lo hace distinto al anterior. Me siento con mi café, un pastelito de pollo y le tomo una foto al arreglo. Muy rápido recuerdo lo bueno y muy rápido desecho lo malo. Gracias mi amor !!!
Este jueves en la mañana, estoy en el trabajo, siendo un día que me pude quedar en la casa jugando con Naty , me deje convencer por la culpabilidad....q' idiota. Algunas de las preguntas de rutina comenzaron y la última de estas, me hizo recordar frente a la compu , cuando mi mamá, en uno de sus constantes actos de clarividencia, me aconsejó tomar aquel curso en La Uruca . Almorzábamos juntos 2 veces por semana. En las mañanas distorsionas por las palmadas, con mis ojos entreabiertos, me decía lo bien que habían quedado las maquetas aunque parecieran mierda incomprensible, creo que me mintió con toda sinceridad. Medio sonreí , cuando recordé los casi 3 años que dejé la universidad para empezar a experimentar la vida yo mismo, así dejar de vivir los planes de otros y cagarme de una vez en las espectativas de un mundo que no le interesaba quien era yo. La incertidumbre tomó mas protagonismo y por fin me permití ser mas improvisado, armando las palabras y las ideas a medio cami...
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