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preterito pluscuamperfecto del modo indicativo

Este jueves en la mañana, estoy en el trabajo, siendo un día que me pude quedar en la casa jugando con Naty , me deje convencer por la culpabilidad....q' idiota. Algunas de las preguntas de rutina comenzaron y la última de estas, me hizo recordar frente a la compu , cuando mi mamá, en uno de sus constantes actos de clarividencia, me aconsejó tomar aquel curso en La Uruca . Almorzábamos juntos 2 veces por semana. En las mañanas distorsionas por las palmadas, con mis ojos entreabiertos, me decía lo bien que habían quedado las maquetas aunque parecieran mierda incomprensible, creo que me mintió con toda sinceridad. Medio sonreí , cuando recordé los casi 3 años que dejé la universidad para empezar a experimentar la vida yo mismo, así dejar de vivir los planes de otros y cagarme de una vez en las espectativas de un mundo que no le interesaba quien era yo. La incertidumbre tomó mas protagonismo y por fin me permití ser mas improvisado, armando las palabras y las ideas a medio cami...

desayuno

Lo bueno de despertarse en la casa de otra persona, no es solamente comer de un desayuno que no hice yo. Abro los ojos en un lugar que no huele a nosotros, un lugar que no es mi espacio, en una cama que suena diferente y la mudan sábanas medio conocidas, bebiéndome el café de alguien, sin mi tele ni mis usuales programas de sábado por la mañana, sin mi computadora, sin mi música y sin mis ropas kul . Cosas que según garantizaban sus fabricantes hablarían un poco de mi, un día como hoy, que despierto en otro lugar, sin ningún objeto que me defina como persona, despierto siendo solo yo. Notar esta ausencia, me permite disfrutar el instante de sentirme pequeño y perdido frente los cafetales y las montañas que veo desde la banca de este corredor. Soy solo yo, sin nada, todo lo que necesito para vencer al mundo ya lo tengo. No puedo evitar recordar que los humanos nacemos desnudos y probablemente con todo lo necesario para vivir bien, lo que adquirimos seguidamente son agregados temporales ...

Flores con café

Y yo, que hace un rato de este viernes aburrido, le daba vueltas a mi cabeza, con una idea que me rayaba el cerebro, acerca de mi incapacidad de escribir algo cuando las cosas muy buenas o muy malas me pasan...no se por que. He querido hablar de Katherine desde hace mucho o de Naty...y que? Asi como he buscado la manera de hablar de la muerte de mi mama...pero nada. Supongo que ya habra tiempo para eso. Me consuela el hecho que todo lo que no he escrito, lo he dicho. A mi esposa, a mi hija, se lo dije a mi mama y lo continuo hablando con mis hermanos, amigos y cualquier persona que quiera hablar de lo absurdo de lo cotidiano conmigo. Pues si, pensando eso, aqui en Tibas, buscando distraerme con algo en internet. Pero la vida, mi vida, me sorprendio otra vez, por primera vez me regalan flores, no pudieron llegar en mejor momento. Existen medios que logran hacernos cambiar nuestra perspectiva en un segundo, existen personas que nos hacen bien, existe una mujer que saca lo mejor de mi sin...

Guerra en diciembre

Llamarlo Por el nombre: Guerra en diciembre Guerra en Afganistán Guerra en Irak Guerra en África Guerra en Suramérica Guerra en todas partes Guerra en mi barrio Guerra en la televisión Guerra con letras llamativas Guerra en los nuevos juegos de los niños Guerra en la decreciente economía Guerra subconscientemente implantada Guerra sin sentido Guerra en todas partes Guerra en los riñones Guerra en los pulmones Guerras en los restos de pensamientos insanos Guerra en las palabras que se dejaron de pronunciar Guerra en los gritos de la madrugada del 15 de diciembre Guerra en cada tira del alma de mis hermanos Guerra en cada atención de mi esposa, la única hija que deseo Guerra en la absolutes y fuerza de mi abuela Guerra en la ilusión de vida que Natalia le dio Guerra en cada dedo de sus manos Guerra en los recuerdos que junte Guerra en cada latido de mi corazón Guerra en todas partes

Sin bautizar...

¿Cuantas veces hay que perderse?...para llegar al nuevo punto y darse cuenta que ya se ha estado ahí . La preocupación , este presente o no, la verdad no hace diferencia, son los actos lo que determinan un resultado. Pero lo anterior lo doy por aprendido y se convierte en un problema. Si no aplico lo que voy aprendiendo a mi vida, es mejor conciderarme ignorante. No pretendo entrar en discusión o tratar de persuadir a alguien, a todos nos toca caer en cuenta de nuestros propios errores y comprender de lleno el fenómeno de causa y efecto, así aprendemos todos, la experiencia domina el arte de la enseñanza. Sin embargo considero que mi error mas grande es el irrespeto a mi mismo. La traición a mi corazón y pensamientos... así dejo de sentirme integro. Para poder encontrarme, primero tengo que reconocer que estoy perdido.

La moneda inutil

Todos sabemos que la pobreza es un estado lamentable, que nos pone tristes, depresivos, que nos desespera y produce violencia. Pero lo que es mas lamentable aun es que la pobreza es permitida. Sip...permitida por un porcentaje muy pequeño de la poblacion. Cuando voy por mi amado y descuidado San Jose, mas de un indigente se acerca a pedirme una moneda....o dos. La compasion me mueve a registrar mis bolsillos en busca de algun vuelto. En cuanto continuo por mi camino me golpea la misma pregunta...como va a cambiar la vida de esa persona con lo que le di ???....la respuesta tampoco es diferente. Mi moneda no le va a cambiar la vida a esa persona, la moneda no cumple ninguna función, es como una semilla hechizada, incapaz de dar fruto. Que cagada!!! cambiar la vida de esa persona es lo que quiero, poder darle algo verdaderamente valioso, que marque un antes y un despues y no una puta moneda. En cambio, los que tienen en sus manos las herramientas para lograrlo, son los menos interesados e...

Pongale el nombre que quiera

Necesito hablar mucho, hablar mucho y escuchar poco o escribir algo, lo que sea, para encontrarla. Esa palabra que pondrá en off este pensamiento que se escurr e por mi ojos y que hoy me apago a mi. Pensamiento que me dio los buenos días, que cuelga de las paredes como calendarios llenos de la misma fecha. Pensamiento que me cobro el pasaje del bus y que camino conmigo al trabajo solo para sentarse en mi silla.